Las marquesinas extensibles se fabrican con materiales duraderos y resistentes a la intemperie, como telas acrílicas y poliéster recubierto de PVC, que ofrecen protección contra los rayos UV y la lluvia. Las estructuras suelen estar hechas de aluminio o acero, lo que garantiza una larga vida útil y resistencia a la corrosión. Algunos modelos avanzados incluyen motores eléctricos y sensores automáticos que ajustan el toldo según la luz solar o el viento, proporcionando comodidad adicional y eficiencia energética.

Una de las principales ventajas de los toldos retráctiles es su capacidad para ajustarse según las necesidades del usuario. Pueden extenderse para proporcionar sombra durante las horas más calurosas del día y retraerse cuando no se necesitan, permitiendo el disfrute del sol. Esta flexibilidad es especialmente útil en climas variables, donde las condiciones meteorológicas pueden cambiar rápidamente.